Es cierto que en los últimos años nos hemos acostumbrado a hablar de cuestiones que antes eran espacio reservado para los especialistas, y que de una manera o de otra no dejan de estar de actualidad.
El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es un mecanismo laboral especial dirigido a empresas en crisis que les permite implantar medidas colectivas de reestructuración de plantillas.
Desde SOLVENTA podemos ayudarle a encontrar el mejor enfoque ante una situación de crisis empresarial con el objetivo de analizar implementar o controlar las medidas que se puedan adoptar.
Existen varios tipos de medidas que pueden implantarse, en función del carácter temporal o indefinido que tengan estas medidas.
El ERE temporal o definitivo lo puede proponer la empresa o los trabajadores por entender que se da alguna de las circunstancias a las que antes hemos hecho referencia.
Se inicia con una comunicación a la autoridad laboral, normalmente la administración autonómica y otra a la representación de los trabajadores de la empresa, aportándoles una serie de documentación, que incluye desde las causas que existen, al número de empleados afectados, el periodo previsto para las medidas, cómo van a implantarse, etc.
Tras el envío de esta documentación, se abre el tiempo de negociación con los trabajadores, que dura entre 15 y 30 días naturales, con el fin de intentar alcanzar un acuerdo. Es importante destacar que un ERE puede salir adelante sin que se alcance un acuerdo con la plantilla. Finalmente, tanto en caso de que haya acuerdo como si no, se adoptan las medidas por parte de la empresa.
Anteriormente para adoptar las medidas se requería una autorización de la Autoridad Laboral, ahora la Administración sólo interviene informando el procedimiento y lo impide en caso de que tenga sospechas de que se está cometiendo un fraude, por engaño a los trabajadores, a la Seguridad Social o al Servicio de Empleo.
Por ello, ahora, el control sobre si realmente existen causas que justifiquen el ajuste de plantilla tienen que realizarlo los Tribunales, de forma que el trabajador que no esté conforme puede presentar una demanda en el Juzgado.
Es vital que en todas las fases las partes cuenten con un buen asesoramiento jurídico. Es habitual que tanto una parte como otra cometan errores que frustren sus propósitos o la negociación por no tener un buen asesoramiento.
Así en la fase de negociación, SOLVENTA puede aconsejar a las partes en el análisis de la situación y las causas, el enfoque que pueda darse al ERE, la forma de plantearlo, si las medidas a implantar son correctas así como a elaborar la documentación necesaria, y asesorar a las partes durante la negociación.
Después de la fase de negociación, SOLVENTA podrá encargarse de hacer el seguimiento de las medidas que se estén llevando a cabo, asesorar a los trabajadores ante la nueva situación planteada o representar a las partes ante los tribunales en caso de litigio.